INTRODUCCION
La
tecnología avanza a pasos agigantados en cuanto a la forma de acceder, aprender
e interactuar con la información, provocando así cambios radicales en el
proceso de aprendizaje en las décadas venideras. Uno de los grandes problemas
para el uso e introducción de las TIC en el terreno educativo radica en la
existencia y calidad del recurso tecnológico.
En
la educación tradicional, generalmente, se percibe al niño y/o niña como un ser
inferior, susceptible de correcciones constantes, exigiendo el acato de reglas,
conductas y posturas ideológicas conductistas, en este sentido,
indefectiblemente, poco a poco se cercena la imaginación y creatividad, pues,
la fuerza restrictiva del docente constituye una epidemia, la cual va
diseminando con el quehacer educativo.
Se perfilan demandas para formar
nuevas generaciones de niños, niñas y jóvenes creativos, flexibles,
innovadores, adaptables, eficientes y pertinentes al mundo en que viven con la
incorporación y adaptación de las Nuevas Tecnologías de Información y
Comunicación (NTIC), para modernizar las prácticas educativas a través de la
gestión administrativa, fomentar el trabajo colaborativo, además de la
integración gradual de la tecnología como apoyo al aprendizaje de contenidos en
las diferentes áreas del saber; todo esto con la finalidad de dar respuesta a
las demandas de la sociedad por el conocimiento y la información.
Las tecnologías de información y comunicación (TIC)
Las TIC agrupan un conjunto de aparatos necesarios
para administrar la información, y especialmente los ordenadores y programas
necesarios para convertirla, almacenarla, administrarla, transmitirla y
encontrarla. Los primeros pasos hacia una sociedad de la información se
remontan a la invención del telégrafo eléctrico, pasando posteriormente por el
teléfono fijo, la radiotelefonía y la televisión. Ahora bien, Internet, la
telecomunicación móvil y el GPS pueden considerarse como nuevas tecnologías de
la información y la comunicación (Vaughan, 2002).
A modo de contextualizar, en cuanto al ámbito
educativo, las TIC son medios y no fines. Es decir, son herramientas y
materiales de construcción para facilitar el aprendizaje, y por consiguiente,
el desarrollo de habilidades. Del mismo modo, la tecnología es utilizada tanto
para acercar mutuamente al mundo y al aprendiz. Dentro de estas tecnologías,
brevemente, se podrían citar la televisión educativa, software y páginas Web
(Heller, 2005).
La niñez, no ha de separarse de las TIC. El bloqueo
mental y rechazo a las tecnologías en la adultez deviene de el no uso de tales
recursos en el sistema educativo, por consiguiente, comenzar tal cultura con
los seres desde sus primeros años de formación académica sería el inicio de una
nueva era educativa.
El aprendizaje está íntimamente ligado con las TIC.
Es de observar la identificación de los niños y niñas con los juegos de video,
el motivo es la animación, los colores, la multimedia, lo novedoso y llamativo.
El aprendizaje en la etapa de formación inicial es fundamental, pues es éste el
momento de amar u odiar la educación, de allí nace el querer aprender y esto
será un valor perdurable, dependiendo indiscutiblemente de la primera impresión
del saber, bien como un proceso de torturas o un quehacer cotidiano sin más
complicaciones que la concentración y deseo.
Educación inicial
La educación inicial se inserta en un enfoque de
formación y desarrollo humano como un continuo, enfoque integral globalizado el
cual se vincula con la educación básica para darle secuencia y afianzamiento a
los lazos afectivos, los cuales constituyen la base de la socialización y de la
construcción del conocimiento en un proceso constructivo y relacional con el
contexto (Ministerio de Educación y Deportes, 2006).
A este respecto, el nivel maternal se refiere a la
educación integral de niños y niñas, desde la gestación hasta cumplir los tres
(3) años de edad, en cuya etapa la familia y especialmente la madre, cumplen un
papel fundamental, considerando especialmente las necesidades de afecto y
comunicación, como aspectos esenciales en la formación integral (Ministerio de
Educación y Deportes, 2006).
Ahora bien, el nivel preescolar se orienta a niños
y niñas de tres (3) a seis (6) años o hasta su ingreso a primer grado de
educación básica, y al igual que el nivel maternal, ofrece atención en
instituciones educativas, en el núcleo familiar y en la comunidad,
fortaleciendo el área pedagógica ejecutada por distintos actores educativos o
personas significativas, promoviendo experiencias de aprendizaje en aras de
facilitar el desarrollo pleno sus potencialidades y así encarar con éxito la
escolarización de la Educación Básica. En igual sentido, Venezuela a través de
la suscripción de convenios y tratados internacionales, ha concebido en su
ordenamiento jurídico positivo vigente, que el aprendizaje comienza desde el
nacimiento (Poole, 1999).
Igualmente, la educación inicial es uno de los
factores estratégicos para garantizar la equidad, disminuir los efectos de la
pobreza y promover la justicia en pro de la consolidación de la democracia, la
convivencia social, así como en el apoyo al desarrollo económico y a la
competitividad de nuestros países.
Por otra parte, la educación inicial de calidad
contribuye a disminuir los índices de repitencia, deserción y sobre edad en los
siguientes niveles, constituyendo así una inversión de alta rentabilidad social
que impacta en la eficacia y eficiencia interna de los sistemas educativos. A
tal efecto, surge la inserción de la educación inicial en la carta magna, se
aprueba la Ley Orgánica de Protección del niño, niña y adolescente, el
currículo de educación inicial, entre otras normativas legales al respecto. Es
conveniente destacar la importancia que tiene la educación de la primera
infancia y el estudio de cómo se produce el aprendizaje desde los primeros años
de vida.
Desarrollo de los aprendizajes
El desarrollo integral y el aprendizaje infantil es
el resultado de diversas y complejas interrelaciones entre sus componentes de
carácter biológico y las experiencias recibidas del entorno físico, social y
cultural en el transcurso de su vida. A lo largo de este proceso, se avanza en
el conocimiento y en el control de los aspectos de expresión del lenguaje, del
cuerpo, social, intelectual, moral y emocional caracterizadores de la vida del
ser social.
En este contexto, la práctica pedagógica procura
aprendizajes significativos para asegurar que los conocimientos adquiridos en
los espacios educativos puedan ser utilizados en circunstancias de la vida
cotidiana del niño y la niña. El docente en educación inicial debe tomar en
cuenta los intereses y potencialidades de los niños y niñas, así como sus
conocimientos previos.
La globalización en cuanto elemento didáctico,
consiste en organizar el conocimiento atendiendo las potencialidades, intereses
y niveles de desarrollo de los niños y las niñas, formándolos(as) para que sean
capaces de enfrentar situaciones futuras. Es decir, no se trata que adquieran habilidades
por separado, desconectadas entre sí, sino conjuntos de capacidades, conectadas
con la realidad.
Se concibe un criterio de intencionalidad, por lo cual se
incluye en la planificación educativa, debiendo destacar el juego como una actividad
didáctica, para lograr determinados objetivos del currículo, sin perder de
vista, los intereses de los niños y niñas, sus potencialidades, propiciando la
iniciativa y creatividad.
La adopción del aspecto lúdico usando las TIC en
las situaciones de aprendizaje requiere de la utilización de una pedagogía
organizada con base en estrategias didácticas para valorar el placer de jugar y
aprender. En este sentido, el docente como mediador debe propiciar escenarios
de juegos entre grupos para garantizar la interacción entre los niños y niñas,
la comunicación y expresión oral artística y creativa, en un ambiente
tecnológico que fomente la confianza y la creación libre.
Por su parte, las actividades lúdicas planificadas
usando las TIC en la acción pedagógica, son fundamentales para el desarrollo
cognoscitivo e intelectual, y si se desarrollan en un ambiente de afectividad
propiciarán la imaginación, creatividad, esfuerzo y dedicación.
II
Educación inicial y el reto hacia las nuevas tecnologías
Educación inicial y el reto hacia las nuevas tecnologías
La sociedad ha generado una nueva forma de hacer
educación, siendo responsable de todo avance científico. La misma tiene la
tarea de aplicar cambios y transformaciones radicales en todos los niveles de
la existencia.
Hoy en día, se producen cambios vertiginosos,
permanentes y sustanciales en el mundo de lo social, científico, técnico y
tecnológico.
Los nuevos paradigmas sociales, el conocimiento
como poder sobre todas las cosas, las ciencias de las comunicaciones, la
tecnología digital y el acceso a los ordenadores con mayor facilidad, ha
generado la problemática esencial de la sociedad: tarea que debe solucionar la
educación a través de estudios científicos en su multidisciplinariedad.
En virtud de la globalización, la ciencia avanzando
diariamente, la tecnología en evolución constante, se percibe la necesidad de
involucrar la educación con las nuevas tecnologías, y en este sentido, hacer de
esto un estilo de vida, por tanto, la educación inicial es la más idónea para
comenzar esta revolución educativa. Sin embargo, se presenta de antemano la
incultura y analfabetismo ante la tecnología.
La sociedad moderna y la generación contemporánea
están siendo sumidas a las nuevas tecnologías y medios virtuales de
comunicación. El educando escolar aprende de la televisión, el universitario
encuentra una gama de materiales e informaciones actualizados en el Internet
que en las bibliotecas. Por tanto, las nuevas tecnologías aplicadas en la
educación son una necesidad.
En este sentido, Phenix (citado en Poole,
1999:247), emite una opinión cónsona con la idea esbozada anteriormente, y en
tal sentido plantea:
El elemento más fundamental de la educación es el
cambio. Está implícito en su misma definición. Todo aprendizaje requiere
cambio.
La educación, como proceso, debe moverse o avanzar.
El estancamiento es, por tanto, directa y fundamentalmente, lo opuesto a la
educación. Es el mal básico de la educación.
A estos cambios y nuevas formas de hacer educación,
surge el saber y conocer sobre las técnicas del manejo de equipos para el
desarrollo de prácticas educativas de modo eficiente, ante esta realidad los
más pequeños de la casa no escapan de ser tocados por esta nueva tecnológica.
La formación científica y tecnológica de calidad es un desafío pendiente, por
cuanto, no ha sido incorporada de modo adecuado en los niveles educativos. Ese
desafío es de primera importancia dada la necesidad de contribuir a la
formación de ciudadanos competentes que actúen reflexivamente en una sociedad
marcada por los recientes cambios en ciencia y tecnología (Sánchez, 1999).
Las TIC no pueden desvincularse del desarrollo de
los aprendizajes en la educación inicial pues es indudable la atracción
experimentada por los niños y niñas ante la tecnología, lo colorido, el audio y
video de los proyectos multimedia infantiles, a tal efecto, plantear el aspecto
lúdico y usar las TIC para el desarrollo de la lecto-escritura, el primer
encuentro con las letras, sonidos de las mismas, así como el desenvolvimiento
motriz a través del aprendizaje condicionado, conductista, por ensayo y error –
en un principio, y posteriormente por interacción con los demás niños y niñas,
es una realidad no susceptible de ser desechada a priori.
Si bien, al aspecto motriz de los infantes no está
en pleno desenvolvimiento, las TIC, vinculando cada uno de los sentidos,
presenta una luz para el mejor desempeño y coordinación cuerpo-mente. El
menospreciar investigaciones cuyo fundamento es la educación inicial vinculadas
a las TIC, sólo implica compresión mental, estableciendo barreras a los
infantes cuando sólo los adultos padecen de tales males.
Conclusiones
Es frecuente hablar sobre la utilización de
hardware y software novedosos como medios de instrucción.
Comentó al respecto Maquiavelo (citado en Poole,
1999:14) lo siguiente:
Debe siempre recordarse que no hay nada más difícil
de planificar, ni de éxito más dudoso, ni peligroso de manejar, que la creación
de un sistema nuevo. Pues el que lo inicia tiene la enemistad de todos aquellos
a quienes beneficia la conservación de las antiguas instituciones y sólo
hallará algunos tibios defensores en aquellas personas que tienen algo que
ganar con las nuevas.
Lo idóneo, en principio, -sin ánimo de criterios
negativos y pesimistas pero tampoco ilusorios-, es la resistencia al cambio,
existe una determinada inercia en el quehacer docente en la educación inicial,
expresada coloquialmente si no está dañado no lo repares, es decir, posturas
paradigmáticas y concepciones anacrónicas, desfasadas que hacen de la educación
inicial una pieza digna del Louvre. Sin embargo, el Ministerio de Educación y
Deportes, en su afán por implementar políticas revolucionarias a nivel
educativo, promueve y aprueba un currículo de educación inicial (descrito
ampliamente en párrafos anteriores), con cambios drásticos, sólo alcanzables
con la colaboración docente.
Por consiguiente, el reto es enorme, pero debe
existir la convicción de lograrse, pues el aporte de cada docente, padre,
madre, representante hará la diferencia. El hecho de encender la luz en la
mente de cada niño y niña, es una experiencia indescriptible digna de ser
vivida por cada individuo sobre quien recae la responsabilidad de la
instrucción.
Es condición sine qua non para la niñez el estar en
contacto desde temprana edad con las TIC, a tal efecto, es importante citar a
Froebel (citado en Poole, 1999), cuando expresó que todo lo que un niño puede
llegar a ser está ya en el mismo niño y sólo puede alcanzarse por un desarrollo
desde su interior. El propósito de la educación es extraer cada vez más del
hombre antes que ir añadiendo más cosas (Sánchez, 1999).
Por otra parte, la crisis económica hace de la
tecnología un medio de información para una élite, sin embargo, esto no es
suficiente para el equilibrio social de una nación. Es necesario garantizar la
igualdad de oportunidades reales en cada niño y niña para desarrollar la
capacidad intelectual indispensable para progresar en una sociedad cuyo eje
fundamental es la información (Pujol, 1999).
Aún cuando es indiscutible la incomodidad ante la
tecnología, e incluso el miedo y temor a ésta, la autora del presente ensayo
plantea como recomendación para superar tal debilidad, el enfrentarlo. Comenzar
tal cultura con los seres desde sus primeros años de formación académica sería
el inicio de una nueva era educativa.
Cabe insistir en el ejemplo de la niñez ante los
cambios y la inexistencia de fuerzas restrictivas y parámetros cognitivos
predeterminados que obstaculizan la aceptación de la tecnología en el hecho
educativo.
Finalmente, las TIC son herramientas que facilitan
el aprendizaje y el desarrollo de habilidades cognitivas, cuando están bien
orientadas por un mediador.
Bibliografía
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