La escritura permite perpetuar el pensamiento y convertir al lector en multiplicador de esas ideas. Escribir es un trabajo muy completo porque te mueve el pensamiento cuando generas ideas, te convierte en arquitecto de tu propio texto cuando cortas, seccionas y armas los segmentos; eres artesano cuando le das coherencia y cohesión por medio de esos hilos conductores que son los conectores y eres supervisor cuando corriges, limpias y embelleces la escritura
Es toda una aventura escribir, conduce por caminos cada vez más interesantes y, como es exigente su práctica, remite siempre a acariciar la fuente inagotable de sabiduría que son los libros.
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